Por fin España hizo un buen partido en este Mundial. Y fue justamente cuando tuvimos delante a un rival que salió a tutearnos en lugar de los que hemos tenido con anterioridad, que nos trataban con un usted tembloroso. Alemania salió a tutearnos, sí, pero no se lo permitimos. De Ozil, Klose o Schwensteiger no tuvimos noticias, no por deméritos suyos, sino porque no les dejamos decir esta boca es mía. Porque, en esta ocasión, España fue España. Cocinamos el partido a nuestro estilo, con creatividad y técnica, pero la guinda la pusimos con un gol típicamente alemán, pleno de fuerza y ganándole la partida por alto a los tolmos germanos. Y ahora se permite soñar.
¡Estamos de vuelta!
Hace 1 año
0 comentarios:
Publicar un comentario