Una cosa te digo: Txiqui lo mismo cose un huevo que fríe un alfiler. En lo que va de temporada ya ha jugado de lateral derecho, de central y, ayer, de lateral izquierdo. Y siempre cumple el tío. Tengo previsto alicatar mi cocina y estoy pensando en llamarle a él...
Otra cosa. El Córdoba vino descaradamente a por el empate, y con él se van más contentos que unas castañuelas. Claro, ¿qué se puede esperar de un equipo entrenado por Lucas Alcaraz?
Y todavía te voy a decir otra cosica más. Ya advertí en este blog de que la grada podía perder la paciencia con el Mágico Tato y, en efecto, ayer se escucharon algunos pitos cuando dejó el campo. ¿Estamos tontos o qué?. Yo sería el primero en silbar a un jugador que se pasara el partido rascándose la bolsa escrotal, pero a uno que lucha y corre como el que más, ni se me ocurriría.
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